miércoles, 14 de octubre de 2015

Sobre la similitud

Es como ser un lateral por izquierda. Ese 3 que aparte de cuidar la banda del extremo derecho, generalmente la figura entre los once, le ha de brindar velocidad, arranque y precipitación al equipo. No es de las tareas más fáciles que digamos, pero alguien la debe de cumplir.

…así como alguien debe ser tu némesis. Que te joda, que te imposibilite la vida, que te pique y que te impida ser feliz.  Pero si no tuvieras a ese antagonista, jamás habrías llegado allí. De no ser por Boateng, Messi no podría a estar donde está. O bueno, tal vez sí. El hecho es que con disciplina, franqueza y sensatez es que logras colarte entre el reconocimiento y obtener la admiración que deseas.

Y precisamente esa sensatez fue la que hizo falta anoche. Cambios sin sentido, un planteo sin propósito claro, desconcentración. Todo resultó fatal. Por fortuna, los orientales jugaron un partido discreto. Con Suárez, Cavani y el Washington caminando estaríamos titulando “el 5-0 que destronó a Pékerman”.

Pero Pékerman, el ser que le devolvió la alegría y la esperanza al país, más que un grupo de jovies hablando en una isla con ron y habanos, y que acabó con esa rosca de favores entre los técnicos pasados con los honorables delegados de la Fedefútbol, hoy en día está generando mayor escepticismo que Iván Márquez. O que el propio Petro.

No tuvo una buena noche y no ha tenido unos buenos meses. Pero bueno y qué. El viejo Wenger no hace nada en el Arsenal desde cuando se empezó a decir que no hacía nada en el Arsenal pero ahí sigue. Hay que dejar que los proyectos fluyan. No se pueden empezar a pedir resultados a la ligereza porque las cosas no funcionan así. A veces tendrá hundimientos que lo harán repensar, cambiar y hacer recambios que lo llevarán de nuevo al éxito y a los resultados.

La hinchada colombiana es la novia celosa e intensa y el argento el joven sobrio, dedicado y que la quiere. Ya, se cuadraron, al principio esa luna de miel duró un buen tiempo, tuvieron oportunidad de realizar un viaje juntos, las cosas salieron mejor de lo que esperaban, tenían la aprobación de todos pero el niño empezó a fallar. Su pareja, como era de esperarse, le empezó a cobrar factura sin pensarlo y ni a dejarlo respirar. La niña olvidó por completo toda la felicidad que este le brindó en un pasado y le siguió y le siguió exigiendo. Claro, es su trabajo, pero nadie es perfecto (excepto Messi) y ya mejorará. Tienen razón esos bobos cuando declaran la frase “del amor al odio hay un solo paso”.


Y sí, tanto novios como técnicos, estas dos profesiones, actividades, ocupaciones, responsabilidades, cometidos, deberes, tienen una labor más difícil que el  3 que marca a Lionel. En un tiempo, cuando estemos con un técnico nacional cuya manera de hablar sea más lamentable que la de James, estaremos recordando con arrepentimiento por qué no le dimos una chance más al técnico más apetecido de la Argentina hoy en día. Y nos estaremos arrepintiendo por no enviarlo a La Habana y por no nacionalizarlo y por no impulsarlo a lanzarse a concejal, gobernador, presidente, papa, etc.